Secretario de Estado, Michael R. Pompeo
Han pasado más de 1.000 días desde que les tendieron una trampa a Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Pereira -conocidos como el CITGO-6- para que fueran a Caracas con el falso pretexto de reuniones de negocios para ser detenidos por agentes de seguridad enmascarados y arrojados a una de las cárceles más peligrosas de Venezuela. Si bien dos de ellos han sido trasladados a arresto domiciliario y ha comenzado un proceso de juicio, ambos desarrollos positivos, los otros cuatro permanecen en cárceles de Venezuela cada vez más peligrosas donde COVID-19 se continúa propagando y amenazando sus vidas.
El Gobierno de los Estados Unidos ha pedido repetidamente la liberación incondicional del CITGO-6 y su regreso a los Estados Unidos. Las familias de estos seis estadounidenses están sufriendo. Es hora de que Maduro deje de lado la política y permita que estas familias se reúnan nuevamente. Nadie debería dudar del compromiso del Presidente de traer a casa a todos los ciudadanos estadounidenses retenidos como rehenes o detenidos injustamente en el extranjero. El Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes, Roger Carstens, el Representante Especial para Venezuela, Elliott Abrams, y yo seguiremos incansablemente nuestra misión de asegurar la liberación del CITGO-6 y haremos todo lo posible para lograr ese objetivo.